Hermenegildo García es nuestro contacto, y en mayo de 2024 visitamos por primera vez su predio, que está a dos horas y media del centro de Tlaxiaco, subiendo por la carretera número 125. Allí conocimos a Don Meinardo, Doña Sofía (sus padres), Concepción (su hermana) y el resto de la familia. Durante un recorrido por la plantación familiar, nos encontramos con una altura privilegiada que va desde los 1600 msnm hasta los 1890 msnm. Toda la familia participa en el trabajo agrícola, pero cada uno procesa sus lotes de manera independiente, bajo la supervisión de Gildo.

Entre los muchos fenómenos históricos, culturales y antropológicos que atraviesan la caficultura en México, es necesario hablar sobre cómo se vio violentamente afectada por la crisis económica que el país sufrió entre los años 1982 y 1988. Durante este período, el PIB solo creció un 0.2 por ciento, los salarios reales disminuyeron sustancialmente su poder adquisitivo, el gasto público se contrajo y la inflación llegó en algunos de esos años a los tres dígitos. Esta situación llevó a muchos caficultores a emigrar, abandonando sus parcelas. Yucuhiti pasó de tener 8,000 hectáreas de plantación a casi menos de mil. Hoy en día, son aproximadamente 1,700, lo que significa que aún no se ha alcanzado ni el 25 % del potencial de producción que puede tener la región. No es una tarea rápida ni fácil, pero Gildo sabe que vale la pena continuar con este trabajo titánico porque, al igual que nosotros, es testigo de lo increíblemente dinámico que puede ser el café mixteco.

Pudimos conseguir los mejores lotes que la familia produjo este año y tenemos la intención de comenzar una relación comercial a largo plazo.

Productor: Hermenegildo Garcia Perez @gildogarcia_13